martes, 3 de noviembre de 2015

Vida de festivalero

Para cualquier melómano los festivales de música son un paraíso que a veces se convierte en una selva de "a ver quién llega antes a la primera fila", una batalla campal para entrar al baño sin perder la paciencia o un campo en el que por beber una cerveza tienes que dejar un riñon a cambio. Toda aquella gente que ha estado en uno lo sabe y el que no, seguro que le vendrá bien saber unos cuantos requisitos a tener en cuenta si está pensando pasar unas vacaciones en alguno.

1. Llenar la maleta de "por si"

Sacas la maleta y le limpias el polvo que ha acumulado después de tanto tiempo sin usarla y piensas "¿qué meto en ella?" Si eres primerizo pecarás de un error que cometimos todos aquellos que tenemos ya varios festivales a nuestra espalda: dejarte guiar por la estación del año en la que se celebra el evento. Es cierto que si es en verano no te vas a llevar un plumas a Benidorm pero "por si"acaso mete una chaqueta vaquera o una rebeca moderna en la maleta. que tendrás a reventar, porque nunca se sabe. Haznos caso que de los errores se aprende.

2. Mirar los horarios del cartel y quejarse

"El concierto de Supersubmarina se solapa con el de Zahara" "Ya podrían repartir los horarios de una mejor forma", etc. Puede resultar un poco pelma, pero si quieres estar en la onda del festivalero es lo que toca. No estar conforme con los horarios es parte de nuestro día a día y si estás dispuesto del tuyo también. Imagina que estás en un concierto de tu grupo favorito que dura una hora pero a la media empieza en el otro escenario a tocar una banda que también te encanta...tienes dos opciones: ver mitad de cada o elegir uno de ellos, eso sí, siempre dejando presente la mala organización.

3. Hacer deporte

¿Quién dice que solo vamos a pasarlo bien?  La gente que dice eso seguro que pocas veces ha tenido que lidiar con centenares de personas que quieren ponerse en primera fila para ver a esa banda tan popular que cada verano gira por todos los festivales del país. Un buen festivalero posee unas buenas piernas de correr hasta el pie del escenario antes que nadie y de bailar hasta el amanecer. Que no se diga que somos vagos.

4. El parking

Pasamos la mayor parte del tiempo dentro del recinto saltando y dejándonos la voz hasta quedarnos afónicos pero de vez en cuando necesitamos un descanso y es necesario volver a afinar las gargantas. Para ello nuestro sagrado parking nos salva de los elevados precios del festival con la sangría del supermercado de toda la vida y la cerveza que si no te la tomas en cinco minutos no vale. No será lo mismo que tomártelo al lado de la barra viendo cantar a Santi Balmés encima del escenario pero no te dejas un riñón y tienes su voz de fondo.

5. El móvil y la batería

"¿Has cargado el móvil?" será la pregunta que siempre escucharás antes de salir dirección al recinto. Tu móvil es tú salvavidas cuando son las 4 de la madrugada, has perdido a tus amigos y estás rodeado de borrachos desconocidos. De todas formas siempre te quedará un último recurso: hazte amigo de esa gente que no conoces. Los festivaleros somos gente muy abierta que con cuatro cervezas de más toda la gente nos parece maja y es apta para pasar un buen rato. 

6. No me toques las pulseras que me conozco

Pulseras... esas que nos recuerdan los buenos momentos vividos entre el césped, barro y demás objetos comestibles y no comestibles. Que te recuerdan los caminos de vuelta a casa reventado por las ocho horas de fiesta seguida sin parar que estuviste repitiendo durante los tres días que duró el festival, la gran cogorza de tu amiga o el ligue del festival. Algunos tienen el valor de cortalas a la primera semana de que finalice, otros utilizan alguna artimaña para quitarse la pulsera y los que quedan hacen del mugre de ella su compañera. Sea como sea siempre quedará Instagram para tener un recuerdo de ella.

Nuestra vida a ojos de quienes nos ven puede parecer muy cool, rodeada de muchos gafapastas intelectuales que critican los cambios de los grupos de música, con piscinas gracias a nuestros abonos Vips Pool pero en verdad sufrimos muchas cosas que la gente que no está metida en este mundo no ve. Porque nadie dijo que la vida de un festivalero fuera fácil.