martes, 24 de enero de 2017

Bailes y despedidas con Gimnástica en la Sala Confetti





Hace unos días, los chicos del grupo alicantino Gimnástica (Juanma, vocalista; Lucas Jurado. guitarrista y coros; Daniel Gil, bajista; Franklin, batería) hicieron cara a un viernes 13 de enero con mucha música y ritmos bailables made in Levante, mostrando una vez más que "la buena suerte" que transmiten no está reñida con supersticiones, y pusieron en pie a la sala Confetti de Alicante.

Gimnástica el pasado 13 de enero en Confetti Alicante
Ni el mismísimo Jason podría haber parado el buen rollismo que la banda empezó a transmitir nada más pisar el escenario. En todo caso, las mismas luces que iluminaban el escenario, hacía que a más de uno le entraran ganas de ponerse gafas de sol y llegaron a deslumbrar por completo a Juanma, vocalista del grupo.

En el concierto, que comenzó sobre las 23:00 h, se pudieron escuchar temas nuevos de su reciente trabajo Montaña, como el single "Artificial" u "Ojos de Neón", perteneciente al crowfunding que realizaron para "Rarezas". Por otro lado, también destacaron las melodías del álbum Paracaidismo con canciones como la que da nombre a éste "Serie B" o "Si te veo bailando" Fue un recorrido por casi toda su trayectoria musical en el que nos íbamos dando cuenta de los avances que han hecho en todos estos años, en los que han ido cambiando e intentando mejorarse día a día.

Y no de tan solo buen rollo rítmico vive está banda, sino que también es de esa energía positiva que tienen a la hora de hablar encima del escenario que los hace más cercanos. Puede que resulte demasiado elogiador decir estas cosas, o que parezca un intento de vender a la banda utilizando estas palabras, pero es que de verdad se las merecen. Quienes los haya escuchado y  vivido un concierto de ellos, sabrán de lo que estamos hablando.

Destacó el momento en el que Juanma anunció una pequeña colaboración con Sean Marholm, vocalista del grupo Dinero e ilicitano de nacimiento, en una canción en la que saldrá a la luz dentro de unos meses y de la que se espera que sea una buena dosis de música alicantina de la que sentirse orgulloso. 

Por otro lado, Daniel Gil, que tras 10 años se despedía en el que fue su último concierto junto a ellos. Supuso un punto entre lo amargo de decir adiós, la melancolía por lo vivido, y la emoción de nuevos proyectos. Supuso un cóctel de sensaciones muy raras, en un momento tan especial y único, en el que el público quiso mostrar al bajista su agradecimiento por su aportación a este grupo durante tanto tiempo. Pudieron pasarse la actuación entera gritándole: "Dani, Dani, Dani" sin cansarse.

Al finalizar el concierto se dejó una puerta abierta a nuevas cosas, nuevos integrantes y colaboraciones que hacen creer que, en algún momento de esta vida, estos chicos sonarán muy alto allá por donde vayan, junto a otros grupos reconocidos del panorama nacional y transmitiendo el arte alicantino.








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